viernes, 4 de septiembre de 2009

Death... And fucking epics!^^

3 de septiembre.

Cae la noche... Los campos del Torneo Argenta se encuentran silenciosos, vacilantes... Algo en el ambiente prevee lo que se está fraguando tras las puertas del Coliseo. Veinticinco valientes, la élite de la Alianza, están expectantes en la arena. Tanto, que...

-Venga, habla con el tío, ¿no?
- Er... ¿Qué tío?
- Pues joder, el que inicia los bosses, el de aquí atrás, e... er... Espera... ¿Y el tío?


Cae la noche... Y cae... Y cae... Veinticinco héroes pululan por la arena... Sus caras son cada vez más largas. Tres draeneis y una humana juegan al parchís, mientras una elfa mira. Los tanques están jugando a los escudos musicales con uno de los sanadores. En el centro de la arena, el líder, con la cara descompuesta, murmura algo acerca de la estupidez.

Al fin, se abre la puerta. Barrett Ramsey, ojeroso, con una media sonrisa que le hace tener cara de tonto, y colocandose los pantalones, entra con parsimonia...

- Ah, mierda de vida... Con lo bien que estaba yo en el granero con esa draenei... Por cierto, ¿cómo se llamaba? Oh, qué importa, cabritillas como esa pululan por Dalaran a diario... Y ahora mira, a venir aquí otra vez a esperar como un gilipollas a que vengan los negados esos a luchar... Maldita sea mi...

Barrett se interrumpió de golpe al sentir una punzada sobre su cabeza. La levantó, solo a tiempo para ver venir volar un escudo... Que, afortunadamente, un hacha paró en el último momento. La joven elfa, a pesar de estar casi tan enfadada como su compañero tanque, le había salvado...

-Vamos, Thórín... Si llegas a matar al pobre infeliz este, tendríamos que haber seguido esperando a que Vadin encuentre otro inepto... Contrólate, ¿vale? - Sinwë, borrando la sonrisita irónica con la que le había hablado a su compañero elfo, se dirigió duramente al humano.- Y tú, empieza a trabajar. Hoy, ¿qué va a ser? ¿Un gigante? ¿Un dragón? No, dejame adivinar... ¡Nos traerás a Arthas!

Una carcajada recorrió todo el coliseo. Tirion Vadin, tras acallar las masas, habló:

-Lo cierto es, héroes de la Alianza... Que no habrá más batallas. Habéis luchado con honor, y por ello, queríamos hacer una ceremonia de homenaje... Pero claro, sin nuestro Maestro del coliseo, no sería lo mismo...

-¡¿CÓOOOOMO?!- Gomii tensó su arco. Thórín volvía a tener listo el escudo. Hasta Sinwë parecía a punto de lanzarle una de sus hachas al líder de la Cruzada Argenta. Pero entonces, una voz de ultratumba les hizo girarse...

Arthas. ¿Para luchar? No... Eso va en contra de su estilo... Como siempre, solo había venido a dar por culo. Tras murmurar algo sobre un imperio enterrado, clavó Agonía de Escarcha en el Suelo, destrozandolo... Y revelando un bello abismo por el que cayeron, uno a uno, los veinticinco héroes. Afortunadamente, en el fondo había agua. Y de allí que salieron, los veinticinco, aturdidos, mareados, mojados... Y muy, muy enfadados. Avanzaron por el corredor hasta llegar a una sala, donde un enemigo conocido les esperaba... Anub'Arak, rey de Azjol Nerub. Vacilaron un momento. Todos y cada uno de ellos recordaban haberle matado. Alguno incluso retrocedía, vacilante, pero Eruantano alzó la voz:

- Pero venga, si no es más que un puto cucaracho... Suerte... Chiquitos cagados...

Las vacilaciones cesaron. Colo miró a Hawker, y este le asintió. Sin dudarlo, se dio la vuelta, miró al enorme insecto... Y corrió hacia él. Y todos los demás corrieron con él, dispuestos a desatar toda su furia sobre el helado lugar...

Diez minutos después, veinticinco héroes se miraban. La mayoría estaban cubiertos de una especie de moco verde, virulento, que intentaban despegarse con asco... Los demás, se encontraban manchados de sangre... La sangre de Anub'Arak, cuyo cadáver yacía, derrotado, en medio de la sala. Lo habían vuelto a hacer.



En el fondo le amamos... Muy en el fondo...



Lírica aparte, Eclypse ha masacrado La Prueba del Cruzado. No fue fácil... An00b'Arak cayó en nuestro último try, cuando lo dabamos por perdido y algunos ya pensaban en volver al día siguiente. Cuando, segundos antes de pulearle, el canal general de la Prueba nos revelaba las malas noticias. Que el FK no era nuestro, sino de Avalon. Que no ibamos a alzarnos con la gloria... ¿O sí?

Cayó. A las 23:58. Y murio como la perra hija de la gran insecta que es, la muy cucaracha. Y, aunque acababan de tirarla, nos sentimos en posesión de la misma gloria. Y nos felicitaron con ímpetu similar. Y nos fuimos a la cama, todos, igual de contentos, por seguir estando donde estamos. No todos los días se le hace medio game over a un juego.

Ahora, al modo heroico... Y a rezar.


Está más que claro... Yo soy la más guapa...

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